¿Qué es el dolor total?

 

El dolor ha impulsado a la sociedad a cambios impetuosos, sobre todo en el campo de la medicina. Es innegable el hecho que una de las principales motivaciones para que un paciente asista a un personal de salud, es el dolor. Esto como consecuencia, ha logrado que su tratamiento y estudio tenga un reconocimiento mundial, al punto de formar parte de especialidades de la medicina, aunado a un gran número de investigaciones motivadas a la búsqueda de nuevas vías de abordaje.

 

Teniendo esto en cuenta, actualmente la definición más ampliamente aceptada del dolor, es la manejada por la IASP: Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con una lesión presente o potencial o descrita en términos de la misma (1). Sin embargo, este concepto palidece, cuando las circunstancias del dolor son mucho más complejas que una experiencia sensorial o emocional.

 

Pongámoslo de esta forma, cuando le pedimos a nuestro paciente que describa en una escala del 0 al 10 la magnitud de su dolor, y este nos responde con un 10, el hilo de nuestros pensamientos como tratantes se va directamente a la causa orgánica que pueda lograr tal magnitud. Ahora bien, veamos este asunto desde otra perspectiva, que tal si de ese 10 narrado por nuestro paciente, quizás solo un 5 o menos represente a una causa física.

 

Por este motivo nace el concepto del dolor total, un síntoma multifactorial que supera a toda clase de dolor imaginable, y que además, sería imposible asociar únicamente a una causa física o emocional. Dicho de este modo, el dolor total es la expresión más intensa de su persistencia en una persona, porque es capaz de convertirse en el centro de su vida, bloquear su relación con los demás y en una amenaza seria para su existencia (2).

 

Este complicado concepto trata de explicar, que cuando el dolor no puede aliviarse, se convierte en el centro de la vida de esa persona y va más allá de un número 10 en una recta numérica, porque contiene los siguientes elementos: a) físicos (daño tisular, compresión nerviosa, etc); b) emocionales (depresión, insomnio, desfiguración, enfado, fatiga crónica); c) sociales (pérdida de la posición social, problemas económicos), y d) espirituales (sensación de culpabilidad, reproches e inseguridad ante la muerte)(3). Por tanto, es una experiencia que abarca todas las aristas de la vida del que lo padece.

 

Teniendo esto en cuenta, ¿qué personas padecen este tipo de dolor?, este concepto fue acuñado por primera vez por C. Sundders, pionera de los cuidados paliativos, haciendo referencia, al dolor experimentado por los pacientes que presentan una enfermedad crónica evolutiva amenazante de la vida. El cáncer es un ejemplo claro de ello, un 40% en fases iniciales, y hasta un 70-90% en fase finales presentan dolor total. (4) Sin embargo no es la única enfermedad, el SIDA, Insuficiencias Renales (IR), fallas cardiacas, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Esclerosis Lateralizada Anmiotrófica (ELA), Corea de Huntington, entre otras, son varios de los padecimientos, donde comúnmente se presenta este síntoma.

 

Para un dolor de tal magnitud, se necesita un tratamiento mancomunado, en donde los integrantes del equipo interdisciplinario unan esfuerzo para aliviar el sufrimiento del paciente que lo padece. En este caso se incorporan una gran variedad de profesionales que van desde la medicina (tratamiento farmacológico con opioides), Fisioterapia (medios físicos y ejercicio terapéutico) y la psicología (psicoterapia); hasta guías espirituales (sacerdotes, pastores, rabinos, entre otros), trabajadores sociales y voluntarios. (5)

 

Cabe destacar, que la fisioterapia, se coloca como uno de los pilares del tratamiento no farmacológico para el dolor total, sirviéndose de diferentes herramientas y evidencia que aprueban la utilización de la terapia física como medio de alivio para este complejo síntoma característico de pacientes con necesidad de cuidados paliativos. Si este tema es de tu interés, en próximos artículos, argumentaremos acerca de los diferentes tratamientos y evidencia del dolor total según la fisioterapia.

 

 

Ref. Bibliográficas.

  1. OMS. Alivio del dolor y tratamiento paliativo en el cáncer. Serie Informes Técnicos 804,1990; 21-26.
  2. Saunders, C. M. Baines M., Living with Dying. The management of the terminal disease. Londres. Oxford. Oxford University Press. 1983; 12-13.
  3. Scheffer, R. Dolor en la enfermedad terminal. En:Terapéutica del dolor, editado por K.M. Foley y R.M.Payne, México, Interamericana. 1992; 38-51.
  4. Twycross, R.G. Lack S. Symptom Control in Far A dvanced Cancer: Pain Relief. Londres, Pitman Press, 1983; 43-55.
  5. Choiniere M. Amsel R. A visual analogic thermometer for measuring Pain intensity. J. Pain Symptom Manage, 1996; 11: 299-311.

Autor: Rafael Alberto Salazar Pérez

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